viernes, 29 de enero de 2010

Cuenco.


Realmente (verdaderamente) qué cosa o que ALGO hace que una persona racional (o casi completamente racional) deje de tener ganas de un algo, respecto a HACER algo, cualquier cosa, cualquier actividad.
De que sólo tenga ganas de no hacer nada, aunque el no hacer nada ya implica hacer algo aunque ese algo no sea nada; pero esta mini-reflexión no tiene que ver con un trabalenguas.

Hala, seguro que es por ser mi primer febrero, porque me quedan algo más de la mitad de examenes; porque pienso las cosas demasiado, casi no tengo tiempo de perderlo y si lo pierdo es pensando (cuando no lo pierdo es porque estoy estudiando, -como una posesa ¡Vaya que no!-). Ah, y cuando se piensa demasiado, siempre es malo escuchar a Los Planetas, pero será algo que no pueda remediar (tal vez sí en un futuro no muy lejano, o simplemente lejano).


Conclusión, la actividad cerebral puede llegar a ser muy (mucho) abrumadora.

3 comentarios:

Alpendre dijo...

De todas formas es casi tan intrigante saber que hace ese cuenco ahi como todo lo que planetas.
Y lo que planeteas, que por qué andarán siempre retumbando por ahi...

Eneri. dijo...

Caray, ¿por qué te parece tan (tan) intrigante que vuelva ("vuelva", porque hacía cosa de un año que no les escuchaba tanto) a ser adicta a Los Planetas?
O que "planetee" jajajaja. (Será por grupos de música... o por nombres o por verbos con nombres de diversos grupos).

=D

Alpendre dijo...

Lo intrigante era que que hace ahi ese cuenco, pero al fin y al cabo seguro que está todo relacionado...
Yo tambien tengo ese vaiven planetario, que siempre vuelven de visita por temporadas, como para no amarlos vamos...