jueves, 18 de noviembre de 2010

Maldición, una vez más, maldición.


Maldita sea...


Olvídalo ya...





Al contrario, es todo un ¿honor? ir en el bus, sin escuchar nada, con los ojos cerrados, descansando lo que no has podido o querido, pensando en mil y un cosas, haciendo listas mentales, listas de las cosas que realmente odias, porque las que te gustan son cada vez menos, estás empezando a estar en desacuerdo con todo, buscando incentivos sin encontrar nada de nada, perdiendo el tiempo como quien compra cromos (no se dan cuenta de que tiran el dinero), pero les gusta, pero a ti no te gusta perder el tiempo...


Quiero decir tacos y no puedo, ya no.
Por querer que no falte.


Atiendes en clase, o eso intentas... ¿y si te sientas en una esquina, o en primera fila? ¿y si lo llevaras todo al día? ¿y si empezaras con ese trabajo, que tal vez te ahorre un examen final? ¿y si saldas las asignaturas de primero? ¿y si te dejas de tonterías?

(Tan absurdo como poner un "." después de un símbolo de "?").

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