martes, 10 de mayo de 2011


Demasiadas horas fuera del hogar (¿unas catorce?), en otra ciudad -demasiado empinada-, encerrada en un campus demasiado horrendo. Realizando un esfuerzo intelectual excesivo (si es que los faltos de raciocinio y entendimiento pueden hacer semejante desfachatez), pero bueno, esperemos que a fin de cuentas provechoso. Con una sed constante, y para calmarla, una estúpida limonada (¿a quien se le ocurre pedir una limonada cuando se tiene sed y no se va a beber --->HIDRATARSE<--- -o no se tiene pensado beber- durante varias horas?); con un estómago que te odia (normal, no es muy lógico desayunar un vasito de leche), pero bueno, se intenta arreglar, con un par de "sobaos" y un café con leche mediano. ---> Y hasta entonces sólo habían pasado dos horas desde que había dejado mi querida villa, así que imaginaros un día realmente largo, y tal vez os acerquéis un poquitín a mi querido y desastroso martes medio ambieltal y analítico...



Por otro lado, ha sido un día fascinante, incluso he comido cebolla (sí, yo, YO que NUNCA como cebolla...), tal vez por culpa del hambre o por la imposibilidad de quitarla como ingrediente del platín... por no hablar de los trozos de aceituna negra (cucarachas...), también claro... y bueno, he sobrevivido.


(Premio para el que se percatara de la cantidad de veces que pongo y bueno, pero bueno y amigos).


"No pasa nada peña, todo va bien".

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