Abuelita, no sabes lo que me acuerdo de ti -y de la abuelita pequeña también, cómo no.
-¿Actúo?
-¡Siiiiiii!
(Y empezaba la diversión).
(Hasta que esa mierda de vergüenza llegó con el inicio de la adolescencia).
P.D.: Las vecinas de abajo (cuya delgadez y edad son proporcionalmente iguales a su bondad y empatía), se han marchado ya.
------------------------------------------------------------------------------------------------
-"¡Ay Irene, que mañana naces! (Pero hasta las nueve nada)".
No hay comentarios:
Publicar un comentario